GENTE NUEVA... (LIBRE)

Estaba sentado en una de las mesas del Gran comedor. Hacia minutos que habia llegado de las vacaciones a Hogwrts.
En todo el verano habia estado ocupado en complacer las obligaciones que mi abuelo me habia mandado, lo que me mantuvo muy ocupado. Aun podia sentir sus gritos de enfado en mi cabeza y la sensacion de los crucios en mi cuerpo.
Mire a un costado y note que una chica me miraba, cosa que logro molestarme.

La chica dejo de mirarme y se puso a conversar con un fantasma y en acto seguido me hablo a mi.
-¿me hablas a mi?-le pregunte directamente mientras me ponia de pie.
Sus pensamientos me dejaron saber que era alguien muy indecisa.
-No creas que soy como estos...-agregue apuntando su delicado cuello con mi varita y mirando al resto del grupo estudiantil.

Mi rostro que aun no habia tenido ni una reaccion esta vez dejo salir una resonada carcajada.
-no, obviamente no-le respondi.
-No hace falta utilizar este objeto para ver salir tu ultimo aliento de vida-le comente susurrandoselo en su oido.
Se equivocaba en lo que pensaba porque si sabia lo que era no ser un niño mimado.

Sin dejarla terminar de hablar comence a aplaudir.
-ME...sorprendes-dije fingiendo estar sorprendido.
-¿Qué me cuide?-inquiri. -¿De quién? ¿De ti? ¡Por favor!-argumente a gritos y sin previo aviso la empuje haciendola caer contra una pared ocasionandole un fuerte golpe en la cabeza.
Rei en mis adentros, ¿Acaso aun no sabia que no debia provocarme?.

Cuando la chica se puso de pie vino hasta a mi y me empujo con fuerza. Me sorprendio tal actitud pero aun asi no iba a salirse con la suya.
Estaba en el suelo y ella a mi lado de pie diciendo puros bla bla. Golpee con fuerza su pierna logrando oir un fuerte ¡crack! Si, si, si un hueso roto.
Me puse de pie y le rebaje la mirada.
-¿Tu si tienes idea de lo que es ser fuerte, no?-inquiri riendo.

La escena rapidamente logro irse de mis manos pero realmente no me conocian.
Antes de que volvieran a pestañar la muy hipocrita de la Ravenclaw estaba volando por el Gran comedor para aterrizar de una forma brusca y dolorosa arriba de la mesa de Slytherin, quedando obviamente inconsiente. Antes de que el chico pueda convertirse en un heroe me acerque a él.
-no seas un niño intrometido-le adverti y una vez que le rebate su varita se la quebre en dos.
A un vampiro, como yo, ninguno de los presentes podian venser.
Tome de la nuca al chico y lo hice chocar contra una pared. La sangre que comenzaba a resfalar de su rostro fue algo que logro tentarme pero sabia resistirme.
Me acerque a la Ravenclaw que aun estaba inconsiente y no iba a despertar por un buen rato y le quite su varita para quebrarla en dos partes.