Lluvia [Libre]

Odiaba la lluvia y con todo mi corazón. Se largó fuerte cuando había decidido acercarme al bosque prohibido ¿Por qué? Porque tenía ganas... Y ahora me arrepentía, no me había fijado en el clima que se acercaba, no me había dado cuenta de la tormenta que se avecinaba. Mi cabellera ya estaba totalmente mojada y se había pegado en mi rostro, cuello y mejillas. El vestido que me había puesto estaba todo pegado a mi cuerpo y era más incomodo que cualquier cosa en el mundo.
Ví una silueta en el suelo, a unos cuantos metros del Sauce Boxeador, estaba mirando hacía algo o hacía la nada, no supe quien era hasta que distinguí su cabellera rubia. Me acerqué corriendo intentando no resbalarme con el barro.
- Kyra!- grité- Kyra ¿Qué haces aquí?
Me quedé paralisada cuando vi que le sangraba la mejilla y el hombro izquierdo. No me moví por un par de minutos mirándola. ¿Qué?
-Kyra- grité en el momento en que un estruendo terminó con el calmo del ruido de la lluvia. Los truenos comenzaron a sonar por el cielo, inundado cada parte del perímetro.
- Vamos adentro -me agaché a su lado corriendo mi cabellera del rostro- ¿Qué te paso?

-¿Tanto te gusta repetir mi nombre,Emmi? -rei dulcemente y me puse de pie tomando su mano.
-Sabes que amo la lluvia y me quedarìa aquì,pero el Sauce se enojò conmigo -puse expreciòn inocente.
-Sòlo me lastimò un poco -sonrei y la abracè.

Le devolví el abrazo con la lluvia aún mojando todo nuestros cuerpos.
-Amo tu nombre, supuse que después de tantos años de amistad lo sabrías- empecé a caminar tironeándola de la remera.
- Vamos , no quiero que te enfermes -sonreí dulcemente mirándola- Por el bebé digo... Si no te dejaría hacer lo que quisieras.. Además hay que atender las heridas, no llevo conmigo la varita.

Suspirè y comencè a caminar entre pasos y pequeños saltos hacia el castillo.
-¿Còmo es que me soportas? -sonrei irònica y seguì caminando y saltando.

Sonreí ante su pregunta caminando tranquila a su lado. El vestido ya se me hacía insoportable sobre mi piel, detestaba esa sensación de tener todo pegado.
- ¿Por qué te amo? -levanté una ceja y reí.
- Porque amo como sos, mi hermanita- reí bajito. Solté su remera y la tome del brazo para que caminara más rápido.

-¿Porquè odias la lluvia? -murmurè dirigiendo mi vista hacia el cielo.
-Estas loca,es hermosa. Amo la lluvia -rei y besè su mejilla nuevamente.

-Me arruina el pelo - reí con amargura.
- Y la ropa, y todo lo referido a mi.

Reì sarcàsticamente.
-Estas hermosa igual -la despeinè riendo.
-Alimentarè tu ego mas seguido -rei con ganas.

-Bueno, gracias- reí a carcajadas.
El calor, más la lluvia se antojaba perfecto pero odiaba los truenos.
- El problema no es la lluvia, es la tormenta eléctrica.