¿Bienvenidos? (Nott, Malfoy, Pasquini, Corper, Linley y Bakers)

Había sido llamada por ellos,ese día en especial debía asistir a Roma en un hotel abandonado. Me dirigía con sigilo hacia una cabina telefónica,cosas de estupidos muggles, y entré cerrando la puerta detrás de mí. Había elegido ese lugar, fuera y alejada del colegio, mi padre me había protegido con un hechizo que, supuestamente, el había inventado con el cuál no iba a llamar la atención desapareciendo y apareciendo. Miré a los costados y cerrè los ojos esperando, deseando que funcione.
Y sí, funcionó. Me dió un vuelco el estómago y la aparición comenzaba a funcionar, en ningun momento dejé de pensar el lugar al cual me dirigía,por miedo a sufrir una despartición. Al fin sentí que mis pies tocaban tierra firme. Abrí los ojos con seguridad y comencé a caminar como si no hubiera sucedido nada, con mi típica mirada de superioridad sin dirigirla hacia nadie en especial.
Caminé unos cuantos metros màs con la elegancia que me describía inconfundiblemente y me paré en frente de un edificio destartalado. Reí con amargura y entré por la puerta hecha pedazos, mirando todo a mi alrededor. No dude ni un segundo en tomar con fuerza mi varita, la saque del bolsillo de mi campera y la dejé al costado de mi cuerpo, tomándola con cuidado y precaución , por si las dudas, ya nada me sorprendería.
Al ver a alguien parado en medio del sucio y pegajoso piso,levanté mi varita con suavidad y apunté su espalda. Me acerqué un poco más y distinguí a Malfoy. Sin bajar la varita murmuré;
-Hola, Scorpius -sonreí con ironía y bajé la varita, dejándola nuevamente al lado de mi cuerpo.

Sabia que faltaba poco para la primera reunión, solo que no lo esperaba aun, en la mañana recibí un recado diciendo que debía asistir a la primera reunión que era en un viejo hotel en Roma.
Estaba preparado para esta primera reunión ya que a principio de año mi padre me había dado su diario donde tenía muchísimos hechizos y el me había ayudo también desde pequeño para poder estar preparado para ese día, elegí una de las ideas de mi padre para lograr salir de ahí por eso me pare frente a una pared y pronuncie un hechizo muy potente que mi padre me avía dicho y al usarlo pude atravesar la pared y aparecí justo donde debía estar en la ciudad donde están todos los muggles, menos mal que ninguna me había visto atravesar la pared.
Luego que llegue comencé a caminar como si nada con las manos dentro de mis bolsillos y tomando mi varita que estaba dentro de uno de mis bolsillos, cuando llegue a esa cuadra de edificios abandonados encontré el hotel echo pedazos y tome aun mas mi varita, cuando vi dos figuras en la noche me acerque y vi que eran Pasquini y Malfoy me acerque a ellos y susurre-Hola chicos, veo que estamos casi todos-suspire y me quede mirando el lugar.

Kevin apareció de último momento y se detuvo detrás de Scorpius y yo. ¿Cómo supe que era él? Lo reconocería en cualquier lado, su andar era reconocible. Me quedé mirando hacía delante tomando con más fuerza la varita. Seguramente aparecerían de la nada, quizás nos harían hacer un par de hechizos, la verdad es que no sabía, mis padres no me querían hablar de la inciasción porque me habían dicho que era una experiencia única e individual.
Suspiré cuando un humo negro apareció por delante de nuestros ojos y ,junto con el, la figura de una persona enfundada en una túnica negra con una careta que le tapaba el rostro. *Típico* pensé. La sensación de que había mucha más gente invadió mi ser y no pude evitar girarme para ver que habían aparecido un par de chicas más junto con un grupo considerado de mortifagos.
Uno de ellos me tomó por la nuca y me obligó a arrodillarme en el suelo, no me opuse, si ellos querrían que esto fuera de esa forma, sería de esa forma. Mientras más rápido mejor. Levanté mi mirada fría y segura hacía la silueta que estaba delante, la verdad es que no me sorprendía ser a la primera que llamara.
- Soy hija de dos Mortifagos, Pansy Parkinson y Peter Pasquini - lo dije con mi voz segura sin siquiera mover mi cabeza. - ¿Le interesa saber algo más?
No quería sonar insolente, ni faltarle el respeto, pero no sabía que quería saber de mi, por lo que me limitaba a esas respuestas.

Lo miré directamente a los ojos en cuando se agachó delante de mi, va si eso se podía decir a los ojos, puesto que estaban tapados por una máscara, pero da igual, lo miré a los "ojos". Tensé mi mandíbula cuando me hizo esa pregunta, sabía que me iban a preguntar algo por el estilo.
- Es un sangre impura -aclaré con la misma seguridad en mi voz- Sus padres fueron asesinados por los míos -concluí.

No saqué mi mirada de la silueta, yo sabía que todo lo que estaba haciendo lo estaba haciendo mal, pero a pesar de ello lo hacía igual.
Cerré los ojos y tensé la mandíbula cuando habló de esa forma sobre el hecho, yo no estaba intentando reparar el error de mis padres ¿O si? Volví a abrir mis ojos cuando me tomó por el cuello levantándome del suelo. Se me hizo un poco más difícil respirar pero no le quité los ojos de los suyos. El contacto visual lo era todo, hasta para saber lo que él iba a hacer.
No me sorprendí al sentir tanto dolor dentro de mi luego de sus palabras, pero no pude concentrarme en otra cosa que en esa sensación de desquebrejamiento en mi interior. Caí al suelo con un sonoro ruido y el dolor dentro de mi aumentó como si fuera una carrera en ver quien dolía más, si el hechizo o el impacto contra el suelo. No pude evitar el gritar y abrazar mi cuerpo para que no se rompiera.

-Déjalo ya- grité desde mi lugar. Había logrado sentarme pero todavía no me recuperaba del dolor. Yo sabía que me haría algo a mi, lo sabía porque estaba jugando con fuego y ahora me estaba quemando.
Miré hacía la siluetas, si el quería terminar conmigo que lo hiciera pero no con un futuro padre, yo sabía que no tenían corazón pero pensé que tendrían un poco de compasión,
- Dije que no te metas Malfoy - apreté los dientes y rechinaron. Me levanté como pude pero tomándome del estómago por el dolor que seguía recorriendo mi cuerpo. Esperaba y esperaba de corazón que ninguno de los otros se metiera en este brollo.
-Ya dinos lo que tengas que decir, dale final a tu "gran show" -exclamé.

En estos momentos era cuando pensaba ¿Por qué mierda no dejaba mi boca cerrada? Mi padre me lo había adelantado pero como estaba en mi etapa rebelde de la adolescencia no le hacía ni el mínimo caso. Un mortifago volvió a tomarme por la nuca y la espalda e hizo que vuelva a quedar en el suelo. Grité y esta vez sin ánimos de guardar mi dolor para mi misma, este había impactado con más fuerza sobre mi por el hecho de que mi cuerpo estaba deteriorado por el primero.
Me sentí incapaz de cualquier otra cosa más que gritar y sentir el dolor dentro de mi cuerpo. ¿Traidores? Puede ser, el hecho de estar con un impuro podían llamarme "traidora" yo lo sabia, sabia en lo que me metía cuando lo hice, sabía que me iba a terminar quemando pero había algo en mi que me impedía rechazar esta parte de mi como también había otra que no me dejaba rechazar la otra parte.
Cerré los ojos y me dejé llevar por el dolor, era la única manera de no provocarlo más, mis padres no querrían esto, no querrían que yo estuviera en esta posición.

Estaba aun mirando el suelo, cuando me llamo por mi apellido me levante y lo mire directamente a la cara-Si? Aquí estoy…-Lo mire examinándolo bien y pensando que aria y que diría.

Sonreí un poco al oír sus pensamientos el no sabía que leía la mente pero tenía razón en lo que pensaba-Yo, soy hijo de Alexander Nott y Elizabeth Vanderbilt,que son mortifagos tambien-Lo seguí mirando fijamente a su rostro.